PODER POLÍTICO
Ciriaco Navarrete Rodríguez
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), repite la historia del
odio, propio de la ingenuidad gubernamental, como sucedió en 1847, cuando
fue provocada la intervención norteamericana debido a la inercia política de
aquellos tiempos, y que nos costó la pérdida de todo el territorio nacional,
pero gracias a las habilidades del denostado e injustamente vituperado
Antonio López de Santa Anna, solamente se perdió la mitad del territorio
nacional.
El gobierno de los Estados Unidos de América (EUA), se quería apropiar de
todo el territorio nacional, porque había ganado
ciegamente han acumula sus engañados gobernados, en contra del gobierno
norteamericano.
Y si bien es cierto que el presidente Benito Juárez, logró fortalecer la
reconciliación santanista con los EUA, a esa nación que es nuestra vecina del
norte, de manera muy inteligente el juarismo le copió el modelo agrario de la
pequeña propiedad de la tierra, tipo granja, y con base en esa figura jurídica,
fue reformada la Constitución de Apatzingán, al quitarle la mediana propiedad
de la tierra, debido a que México, al perder la guerra intervencionista de los
EUA, en el año de 1847, insisto, finalmente perdió la mitad del territorio
nacional.
La fuerza militar de los Estados Unidos de América, es la más poderosa del
mundo, pero también debo señalar que es la primera potencia económica y
financiera del planeta, ambos poderíos son la acumulación lograda por esa
nación que es la madre del régimen de gobierno basado en la democracia
verdadera, y no en la mentira que siempre han presumido nuestros
presidentes mexicanos, a partir de la administración de michoacano, general
Lázaro Cárdenas.
La demora de México para alcanzar la democracia verdadera como régimen
de gobierno, se debe a la lentitud con la que se ha desarrollado la cultura
nacional, en cambio, nuestros vecinos del norte, son el producto de las trece
colonias europeas que conquistaron y se apropiaron que actualmente ocupa
esa nación norteamericana, en cuya superficie el México de hoy cabe cinco
veces.
Esas 13 Colonias europeas, llegaron a ese girón de América del norte, muy
fortalecidos con las culturas milenarias que traían consigo y debido al
armamento basado en el uso de la pólvora y de poderosos cañones, les fue
muy fácil, casi aniquilar, a los pueblos nativos, pero los que logaron
sobrevivir, desde siempre han sido protegidos por lo conquistadores, a tal
grado, que los han ubicado en áreas protegidas, conocidas como “reservas
indígenas” dotadas de todos los servicios urbanos, y agropecuarios.
Inclusive, debemos saber que hay territorios que abarcan parte del norte de
México, y los indígenas, tiene libre circulación y tiene paso libre en los
puentes internacionales, donde pasan con sus vehículos automotores, y con
todo y su armamento que regularmente portan; esas áreas internacionales se
localizan en los límites de Coahuila, Chihuahua, Sonora, y California, y son
parte de los Estados norteamericanos de Texas, Arizona, Nuevo México y
California.
Insisto en que las 13 Colonias Europeas que fundaron a los Estados Unidos
de América, estaban integradas por hombres y mujeres de cultura mucho más
elevadas que la de los pueblos americanos autóctonos, y por eso, el progreso
nuestro ha sido mucho más lento y a eso se debe que estemos ubicados en
estado de indefensión frente a los conquistadores, y colonizadores, cuya
prevalencia sigue vigente, y al parecer se prologará por largo tiempo.
Me refiero específicamente a la cultura anglosajona que se ha desarrollado
exponencialmente en Canadá y en los Estados Unidos de América, porque en
ambos casos la gran mayoría de los habitantes de esas dos naciones, son de
procedencia europea, y esa cultura milenaria, ha demostrado ser más
avanzada que las que se desarrollaron en los pueblos autóctonos de América.
Y aunque el presidente López Obrador ha demostrado que tiene amplios
conocimientos históricos, tanto de México como de otras naciones del
mundo, pero omite los razonamientos socio-capitalistas que se refieren a la
democracia verdadera, igual que confunde el neoliberalismo, que es
democracia pura, y erróneamente considera que se trata de un regresivo
régimen de gobierno, pero no toma en cuenta, que lo que él llama regresión
gubernamental, en realidad es la falsa democracia de la que presume.
Esos errores de concepción convierten a nuestro presidente AMLO, en un
profesional del derecho que no sabe reflexiona correctamente la estructura de
los regímenes de gobierno que existen en el planeta, y que básicamente son,
la democracia verdadera garante del crecimiento del poder económico del
gobierno y de los gobernados, y el marxismo utópico donde los gobernantes
centralizan el poder de manera absoluta, lo cual privilegia el crecimiento de la
pobreza, muy por encima de la riqueza, lo cual es una verdad irrefutable,
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