Ciudad de México.- Hugo Aguilar Ortiz, recién nombrado ministro presidente, presume que percibe un sueldo mensual de 137 mil pesos, cifra menor a los 206 mil pesos que cobraba su antecesora, Norma Piña.
Pero mientras Piña tenía 6 asesores, Aguilar ya colocó a 75 en su equipo.
Este incremento en la nómina levanta sospechas sobre una práctica común en la política mexicana: inflar plazas de “asesores” para que una parte de sus salarios regrese, en efectivo, al alto mando. Un mecanismo conocido como “diezmo”, que en otros casos ha significado retenciones del 10 al 20% del sueldo de cada empleado.
El cálculo del “ahorro” que no es ahorro
Si cada asesor percibiera un salario promedio de 50 mil pesos al mes, los 75 representarían una erogación de 3 millones 750 mil pesos mensuales.
Con un 10% de “aportación”, Aguilar Ortiz recibiría alrededor de 375 mil pesos extra al mes, es decir, casi tres veces su sueldo oficial.
Con un 20%, el monto ascendería a 750 mil pesos mensuales, más de 5 veces lo que dice ganar.
¿De verdad se bajó el sueldo?
En papel sí: cobra 137 mil.
En la práctica, con una nómina inflada y un posible sistema de retorno, el “ahorro” es puro teatro y el gasto para el erario se multiplica.
Mientras la narrativa es de austeridad, los números cuentan otra historia: más asesores, más gasto y más dinero que podría estar fluyendo hacia los bolsillos del nuevo ministro presidente.
